Eran las 8:30 cuando comienzan a llegar los primeros globeros a Cenes de la Vega. Lo festivo del día hace que algunos se saluden como si no se vieran desde hace mucho tiempo, pero no era para menos, estaban eufóricos sin haber comenzado aún. La presencia de Fuente alegra mucho a los globeros. Se reunieron J.R. Escartín, P. Lejarreta, A. Fuente, A. Cipollini, E. Chozas, P. Pacoshev, P. Moller, J.M. Piépoli, P. Telecom, M. Güidi, M. Chaba, P. Tonkov, J. Bugno, J.M. Asturiano y M. Er Dergao junto con los directores deportivos de Güidi, Chaba, Telecom y Asturiano.

Se proponían realizar la locura de este año ya que una cosa es subir un puerto y otra muy distinta es superar un puerto fuera de categoría por su dureza. Globeros que se arrastran a ras de suelo pretendían subir al Veleta (3392 metros de altura). La mayoría sabía que no llegaría y otros no lo tenían muy claro pero como los globeros son audaces, intrépidos y arrojados no se lo pensaron dos veces a la hora de enfrentarse a la que sería, sin duda alguna, la mayor escalada hasta la fecha.

Partiendo de Cenes de la Vega suponía, para los que llegaran al pico, 46,5 km. de los cuales 42 eran de subida desde 680 metros hasta los 3392 metros sobre el nivel del mar y, además, tiene el aliciente de que esta carretera es considerada como la más alta de Europa. El porcentaje no era muy alto pero los falsos llanos y descansillos escaseaban por no decir que eran inapreciables, ¡si los había!, y para colmo llegando a los 2700 metros de altura era donde comenzaría el verdadero maúre ya que los últimos 10 kilómetros poseían el peor asfalto, las mayores rampas y la mayor falta de oxígeno. Por si esto era poco los pronósticos de tiempo eran de tormenta gordísima por lo que la cosa se podría complicar un poquito más. Y es que esto del ciclismo tiene que ver algo con el masoquismo.

Aquí hay que puntualizar que sin Asturiano y el apoyo del 2º director, con su coche escoba, mas el apoyo de los directores deportivos de Telecom, Chaba y Güidi, que jalearon a los globeros, seguro que no hubieran llegado tan lejos. El apoyo de Asturiano fue fundamental.

Eran las 9:20 y la cosa no parecía comenzar, estaba dilatándose en demasía, por lo que Escartín, Lejarreta y Er Dergao buscan un lugar donde se abocataran todos los globeros antes de comenzar. Tras encontrarlo, Lejarreta vuelve a donde están los globeros para avisar del lar y vuelve rápidamente. Mas tarde, preocupados por la tardanza, vuelven a donde estaban los automóviles y encuentran que los globeros habían desaparecido y un poco incrédulos vuelven sobre sus propios pasos pensando que habían sido abandonados, continuando hacia Pinos Genil sobre las 9:45 sin ver a nadie. Mientras se acercan al siguiente pueblo van mirando todos los bares y restaurantes que parecían abiertos hasta que llegando a Pinos Genil aparece Asturiano para avisarles que estaban algo mas allá. Escartín hace un alto en una granja de avestruces donde ha de pararse ya que había olvidado ponerse los guantes. Poco más adelante se ve como comienzan a salir otros "coloraos" y uno de los tres se confunde y comienza a decirles: "So globeros, así que escondidos detrás de las cañas ¿no?". Se dan cuenta de la confusión pero los del grupo P.C. Muñoz les advierten a modo de saludo: "corred, corred que ya os pillaremos". Tan solo iban a unos 18 km./h por el llano, ¡no era para tanto!. Al final llegan al lugar donde se estaban abocatando todos los globeros y vuelven a ser avisados por Asturiano que los esperaba en la puerta. Se detienen a esperar el momento de la partida en grupo y se enteran de que Chozas, Cipollini y Fuentes habían comenzado sobre las 9:45 con el ascenso y que llevaban una marcha tranquila, según ellos, a 12 km./h.

Esto pone nerviosos algunos globeros que se tiran cerca de 10 minutos con un pié en el pedal y otro en tierra esperando el momento de salir y a Güidi casi no se le deja abocatarse con las prisas. Mientras tanto habían pasado los de P.C. Muñoz que jalean y pican a los globeros del 22x28.

Sobre las 10:10 se comienza la subida del grupo que rápidamente se divide en dos. Por un lado Bugno, Zábel, Telecom y Moller y por otro Piépoli, Pacoshev, Tonkov, Güidi, Chaba y Er Dergao que suben a un ritmo más acorde con su "estado de forma" y pensando que tenían que estar subiendo todo el día. Se había puesto el límite de las 14:00 para llegar al pico, para el autobús, ¿en 3:50? ¡imposible!.

De vez en cuando Chaba marcaba ritmo aunque Güidi prefería que lo hiciera Er Dergao ya que su ritmo, aunque parecido, le resultaba más cómodo y éste era de entre 7 u 8 km./h, no era precisamente fuerte y tampoco suficiente para tener la opción de llegar arriba pero, por lo menos, se iba en grupo manteniendo unido a todo el autobús con la excepción de Telecom. Transcurridos unos kilómetros se nota jadear a Güidi y se le insiste para que utilice un desarrollo cómodo ya que la subida era larga y  "los últimos kilómetros tienen los metros más largos". Esta vez, tanto Chaba como Pacoshev, sin que sirve de precendente, no se esfuerzan al máximo nada mas salir y sorprende ver como Pacoshev es el primero en mantener cadencia rápida utilizando avance mínimo, quería subir cómodo y sin "nitro".

De vez en cuando pasa el coche escoba ofreciendo agua y jaleando a los globeros observando el sufrimiento y sus caras sudorosas a pesar de que el frío seguía aumentando. Cuando la escoba seguía su camino y a modo de broma Piépoli dijo: "Ya no nos ven los directores deportivos, ahora podemos bajar el ritmo" lo cual hizo bastante gracia al globerío del autobús ya que en ningún momento se subió ritmo por aquel motivo. Los primeros kilómetros, quizás debido a la parada en Pinos Genil, se hicieron algo durillos debido a la pendiente y al comienzo en frío.

Er Dergao, por su parte, un poco intimidado por los comentarios en días anteriores de personal que conocía la subida, temiendo las cuestas tanto como el que mas y ante la ausencia de bocata-jamón durante todo el recorrido había preparado guarrerías de "patas pelás" consistentes en barritas energéticas que intercambió con Tonkov como si fueran estampitas. También quería comprobar los efectos de los inhibidores de ácido láctico y para ello llevaba 4 sobres y otro en el bidón, revuelto con una cucharada de bebida isotónica y agua.

En el grupo 2, Telecom se queda algo descolgado e intenta mantener los 10 km./h y Escartín, algo despistado, también al pensar que Lejarreta continuaba con el autobús. Durante un par de kilómetros, Escartín duda si bajar a ver lo que se cocía en el autobús o subir a ver lo que se estaba fraguando en el de la élite. Al final, decide tirar para arriba ya que siempre había posibilidad de "dejarse caer" y contactar con la rueda que le interesaba (la de Lejarreta). Pero tras una curva Escartín ve que Lejarreta anda por arriba y directamente se incorporó al grupo de la moto 2 después de 5 km. desde el comienzo del ascenso.

A los manchegos, lógicamente, no se les ve. El ritmo de este grupo lo ponen, alternativamente, Zábel y Moller, con algún relevo de Lejarreta (a unos 13-14 km./h) Bugno y Escartín tienen bastante con ir dando bufidos y haciendo la goma. Afortunadamente, la locomotora del grupo, de la moto 2, es misericordiosa y reduce el ritmo cuando ambos, Escartín y Bugno, se descuelgan más de 20 metros.

Así va subiendo el grupo hasta el km. 15 aproximadamente (desde Cenes). Moller se aburre del ritmo del segundo grupo y lo "animan", como si le hiciera falta, para que cace a los manchegos e intente frenarlos un poco, para poder enlazar con ellos. El consiguiente tirón de Moller supone un gran alivio para Escartín y, sobre todo, para Bugno, que ya venía probando el plato del 30. Siguen tirando del segundo grupo, Zábel y Lejarreta.

Escartín hace de puente ocasional con Bugno, que hace la goma de vez en cuando. Sin Moller el ritmo había bajado 1 o 2 km., aunque cuando ven a Asturiano y a los directores deportivos parece que se vuelve a subir el tren durante unos cientos de metros. Asturiano los azuza contra el grupo de P.C. Muñoz que marcha delante de ellos y poco más tarde los adelantan. Los de P.C. Muñoz intentan seguirles pero desisten ante el empuje de Zábel, Escartín, Lejarreta y Bugno.

Poco después, Moller alcanza al grupo de la moto 1, que calcula, que Moller subía a unos 17 km./h por la velocidad de aproximación, aunque reconoce al llegar que viene "molido" y continua al ritmo del grupo de la moto 1 y que según Cipollini era el suyo ya que los otros cuatro podían subir algo mas el ritmo, aunque luego ya se sabe, en una salida como esta, el fondo y algo de materia gris son una de las cosas mas importantes.

En el autobús, cuando la cuesta se hace más llevadera, Güidi advierte que piensa subir mas despacio y Chaba se queda para acompañarle. Tanto Güidi, Chaba como Tonkov llevan sin salir mucho tiempo y era totalmente normal que comenzaran a notar cansancio. La carencia de Vigila-Pantanis de Er Dergao y su torpeza para mirar atrás le impedía observar cuanto sucedía tras él, por lo que utilizaba el oído mas que la vista, intentando llevar un ritmo cómodo para todos. Todo el autobús quería llegar cuanto más alto mejor, no importaba la velocidad aunque sabían que tenían hasta las 14:00 o las 14:15 para llegar, tal y como habían acordado.

Como el corte del autobús era definitivo, Er Dergao siguió marcando ritmo basándose en el pulsómetro e intentaría subir entre 120 y 125 pulsaciones y la velocidad variaría en función del desnivel. Mas adelante se contabiliza al grupo y se advierte que también falta Tonkov; pero al mirar atrás no se le ve por lo que se piensa que o bien había parado o bien se había quedado con Güidi y Chaba; pero ni lo uno ni lo otro, también había decidido subir mas lento, quedaba mucha subida aún.

Mas adelante se comienzan a notar los efectos del negro y Er Dergao, Piépoli y Pacoshev, de vez en cuando, hacen el "bailón" (escalan) aunque Pacoshev reconoce que le sienta como un tiro escalar. Cada uno, cuando escala, se separa un poco pero, después, al sentarse baja ritmo esperando a que se incorporen los otros dos. Pacoshev estaba teniendo su día, estaba realmente impresionante y con muchas ganas de tirar por lo que animaba a Piépoli para que subiera ritmo. Pero Piépoli consideraba aquél como un buen ritmo y lo siguió manteniendo.

Transcurridos 90 minutos desde Pinos Genil, Er Dergao decide distribuir las guarrerías de "patas pelás" en el tiempo que consideraba que tardaría en ascender por lo que se zamparía una guarrada cada 30 minutos. Er Dergao se detiene a desaguar al canario (1ª marca) y aprovecha para probar la barrita de Tonkov, que degustó como si se tratase de un exquisito manjar, también se tomó un mínimo descanso y al ver que tanto Piépoli como Pacoshev habían seguido miró buscando a alguno de los que venían detrás para subir con ellos pero no localizó a nadie por lo que siguió camino con el mismo ritmo, le había tocado subir solo.

Al dar una curva aparece un descanso e incluso una cuestecilla abajo y a lo lejos se puede ver a Piépoli y a Pacoshev. Entre que ellos le esperaban y que Er Dergao subió ritmo, no queriendo subir en solitario, casi se agrupan. Poco más adelante se detienen Pacoshev y Piépoli para hacer lo mismo que Er Dergao había hecho minutos antes y cuando llega Er Dergao ya están cogiendo las burras y además Asturiano les espera en una curva para reponer el agua de los bidones, por lo que Er Dergao sigue y se detiene junto a él. Piépoli y Pacoshev también se detienen. Cual sería el maúre de Er Dergao que era incapaz de abrir el bidón e incluso Asturiano tuvo que empujarle para volver a ponerse en marcha.

Cuando falta poco para Pradollano el grupo de la moto 1 (Cipollini, Chozas, Fuente y Moller) deciden parar para tomar algo y como ven a lo lejos al grupo perseguidor piensa que también se reunirían con ellos en el lugar de abocatamiento por lo que se adentran en la estación.

Sobre el km. 23, el grupo de la moto 2 atisba a lo lejos al grupo que le precede y comprueban que las distancias van siendo recortadas pero no se animan en exceso intentando no cegarse demasiado. Bugno casi no puede seguir manteniendo el ritmo y, de común acuerdo, deciden seguir juntos hasta Pradollano y, más tarde, que cada uno hiciera "lo que le pidiera el cuerpo".

Un momento de despiste en la moto 2 (Escartín, Lejarreta y Zábel) produce que pierdan la pista del grupo que iba delante y suponen que han seguido hacia el Veleta, ya que no se acordó ningún abocatamiento, por lo que siguen adelante. Bugno ya había quedado rezagado.

El grupo de la moto 1 (que ahora debía ser el grupoo de la moto 2) decide ponerse en marcha pero Cipollini tiene una prioridad, marcar la zona como territorio globero urgentemente y a lo grande en un acto totalmente ceremonioso y sin toallitas húmedas. Tras tan solemne acto, Chozas indica que es mejor subir por el pueblo. El ascenso por el centro de la estación es muchísimo mas duro que por el otro sitio y Chozas y Moller salen a moco tendido a la caza de los que ya suponían delante. Fuente y Cipollini siguen mas despacio pero cuando salen del pueblo ven a Chozas metido por carriles, ¿se habría confundido? ¿es que iba sobrado?. Le gritaron cuanto pudieron y le esperaron para continuar juntos y lo consiguieron.

Pacoshev, Piépoli y Er Dergao siguen juntos, Er Dergao se toma el primer sobre de inhibidor, a pelo, esperando notar algo aunque no sabe bien que debía notar, pero además observa que el pulsómetro había pasado un par de pulsaciones de las 130 y bajó la velocidad hasta que se vuelven a ver las 125. Er Dergao esperaba que se disparara el pulsómetro en algún momento como ocurrió en Trevelez pero estaba llegando a la barrera y no ocurría nada.

Mientras, Pacoshev y Piépoli habían llegado al cruce de Pradollano pero allí no había ningún letrero indicador. Piépoli se detiene, Pacoshev sigue para ver los letreros que había en sentido contrario y Er Dergao se detiene para ver el plano de la zona que hay a la entrada a la estación pero aun no se había situado cuando ya vuelve Pacoshev indicándoles el camino a seguir y prosiguen.

Tras un par de curvas se ve a Telecom acompañado por una parejita que al parecer conoce las desventuras globeras del 22x28 por medio de Internet. Aunque en un día despejado se podría haber visto el Veleta, la tormenta que le rodea lo impide y hace dudar sobre si, llegados a la barrera, se continuaría camino ya que el tiempo estaba empeorando rápidamente.

Y llega la barrera, había que tomar la de la izquierda y como ya se veía, a partir de ese momento, se entraba en las ennegrecidas nubes, el firme hace dudar si es asfalto o un arroyo de piedras, el frío aumenta aún mas si cabe, es donde empezaba "lo bueno", lo que algunos estaban esperando con ansia, donde los que no habían reservado caerían casi con toda seguridad, donde las fuerzas van hasta el límite, el viento también "ayudando" comienza a soplar con mas fuerza, donde ya nadie espera a nadie derrochando fuerzas en la espera y donde uno se comienza a preguntar si le gusta la bici tanto como para llegar al límite humano.

Lejarreta, Zábel y Escartín habían llegado a la barrera y habían continuado, faltaban 10 kilómetros y aun pensaban que el grupo de Moller, Cipollini, Fuentes y Chozas iba delante. Poco después llega Moller, en solitario, que también lo intenta y más atrás Chozas, Cipollini y Fuente encuentran a Bugno, a unos dos kilómetros antes de llegar a la barrera y lo animan a seguir pero Bugno dice haber entregado la cuchara y se vuelve. Al llegar a la barrera Chozas demarra y tira mas fuerte que Fuente y Cipollini. Mientras tanto, Zábel estaba llegando a su límite, el frío y la dureza son determinantes, manguitos, chubasquero y papel de periódico son, a todas luces, insuficientes para poder mitigar lo que se avecinaba, las manos no las sentía sobre el manillar, la nariz empezó a moquearle, en su mente se establece la idea de que si empezaba a caer agua ... aquello se transformaría en un infierno; una de las personas que se veía haciendo senderismo le dice textualmente: "Vosotros si que tenéis mérito", intenta contestarle pero no puede mas que hacer una leve mueca de sonrisa. A unos tres km. de la cumbre, el frío y el terror a que empezara a llover vencen a Zábel y, con el convencimiento de que iba lo suficientemente bien como para haber culminado, se vuelve. Moller mas atrás también había tomado la misma decisión. Fuente y Cipollini van encontrándose primero a Moller y a unos 5 kilómetros a Zábel que ya vienen de vuelta sin haberlo conseguido.

Mas abajo, Tonkov había pasado Pradollano y siempre estuvo observando a Er Dergao a lo lejos hasta que decidió volverse por el albergue universitario. Por otro lado, Chaba también pasó momentos de apuro y fue esperado por Güidi; pero consiguieron llegar a Pradollano y tras un rato, Chaba dice que ya se ha recuperado y que continuaría camino; pero al intentarlo ya comienzan a llegar los primeros que se habían dado la vuelta y Chaba desiste.

Mas arriba, Pacoshev comienza a dudar sobre si cazar a Telecom o no, provocando la sonrisa de Piépoli y Er Dergao. Según el propio Pacoshev no puede ver a un globero a poca distancia de él ni detrás de él por lo que su estado de nerviosismo comienza a aumentar mientras se van acercando a Telecom. Pacoshev, de vez en cuando, hacía algún ademán de tirar fuerte, no se podía resistir, ¡era para verlo!. Además, esta vez, había sabido regular y se le veía fuerte y no porque lo dijera sino por su pedaleo. Entre tiras y aflojas, que voy a por Telecom, que no voy, Pacoshev hace que el ritmo se incremente lo suficiente para que el pulso de Er Dergao se incremente por encima de las 130 y, por lo tanto, vuelve a realizar un demarraje hacia atrás. Segundos después, Pacoshev lanza un ataque definitivo a Telecom y se aleja siendo seguido por Piépoli a distancia. Minutos después, al ver como Piépoli y Pacoshev se alejan, Er Dergao vuelve a desaguar al canario (2ª marca) y aprovecha para comerse otra barrita, prosigue camino y observa como entre Telecom, Pacoshev y Piépoli existen distancias equidistantes, Telecom ya había abandonado a la parejita y marchaba a buen ritmo. Er Dergao prosigue camino y ¡el canario debía estar ahogándose! o ¿estaría preñado Er Dergao? ya que tiene que detenerse una vez mas a desaguar (3ª marca) aunque esta vez costó encontrar el cacharrito de desaguar y encima, dicho cacharrito, estaba dormido profundamente.

Bueno, no habían transcurridos los 30 minutos pero el inhibidor inyectado en vena, aunque Er Dergao no notó nada tras su ingesta, le gustó mucho ya que tenía un sabor como a miel por lo que se inyectaría el segundo y proseguiría camino, ya era seguro que no pasaría la barrera debido a la hora. En este momento, pasa Asturiano que le pregunta si se vuelve o sigue, por lo menos hasta las barreras llegaría y decide subir el ritmo marcando los 10 km./h y notando la falta de oxígeno, intentaría gastar lo que le quedaba aunque ya faltaba poco y se habría reservado demasiado para nada, el pulso llega a las 140. La falta de oxígeno hace que el pulso aumente.

La parejita, que conocia al grupo por internet, estaba detenida y jalean a Er Dergao que baja ritmo para poder intercambiar algunas palabras, quizás debiera haberse detenido, pero por lo menos quedaron en escribirse por correo electrónico y siguió. Mas adelante ve como baja Bugno y aquello no le gusta mucho, mira el reloj y ve que ya no quedaba apenas tiempo, sigue adelante y cuando llegaba al albergue universitario ve que el alcanzado Telecom, Piépoli y Pacoshev, mas arriba, habían parado a ponerse el chubasquero, el frío hacía pupa, ya no había apenas sudor. Antes de llegar, Er Dergao ve bajar a Zábel al que interroga sobre el estado tras la barrera y le dice: "¡No veas!, es durísimo y el frío es increíble", esto le deprime aún más que ver bajar a Bugno, bajándole a Er Dergao la barbilla casi hasta el suelo. La pendiente se incrementa antes de llegar a las barreras y Pacoshev lanza otro ataque, seguido por Telecom y, más atrás, Piépoli, llegando así a la barrera.

Mas atrás, Er Dergao sigue con velocidad constante y el pulso sube a 160 debido a la pendiente, ve bajar a Telecom, mas tarde Piépoli. ¿Nadie del autobús se había adentrado un poquito? ¡Si señor! El osado de Pacoshev lo hizo, solo un 1,5 km. pero lo hizo. Cuando llega Er Dergao a las barreras busca "coloraos" y no ve a nadie, busca a Asturiano entre los visitantes y tampoco lo ve, ¿le habrían dejado seguir tras la barrera? Toma una decisión, por la barrera de la derecha, ¡la que no era!, y cuando se dirige a la misma Asturiano le detiene: "Vas ciego, estamos aquí". Eran las 14:10 y era cierto no los había visto porque estaban dentro del coche debido al frío. Lo primero marcar el terreno con el desagüe del canario (4ª marca). Pacoshev vuelve y ambos deciden bajar juntos. Los directores deportivos insisten en que se pongan un periódico debajo del maillot de verano y el chubasquero, fue de agradecer aunque en un primer momento a Er Dergao le pareciera demasiado, de todas formas llevaba el maillot de invierno por si las moscas. El cielo comenzaba a cerrarse aún mas, el viento comenzaba a soplar mas fuerte, cayeron algunas gotillas, sería mejor comenzar a bajar, por lo que apurando el cigarrillo comienza con el descenso mientras va preocupado por los que aun continuaban con el ascenso. El frío bajando era mucho y aun tuvo que detenerse para ponerse, además, el maillot de invierno. Subió ritmo por encima de los 65 km./h por alcanzar a Pacoshev que había seguido y porque el día se ponía más feo por momentos, los dedos no estaban y era difícil frenar por ese motivo. Más adelante Pacoshev le espera y continúan bajando juntos mas tranquilos entre 40 y 45 km./h. Tras pasar Pradollano sube la temperatura y la cosa alegra un poco.

Al llegar a Cenes allí estaban los demás, se puede observar la intensidad del viento por los árboles y por la agitación de unas banderolas. Asturiano y los directores deportivos estaban esperando a los élites en la barrera. El tiempo de bicicleta empleado por Er Dergao en el recorrido completo había sido, contando la búsqueda por Cenes de los globeros, de 5 horas con un total de 74'5 kilómetros si bien el recorrido, hasta la barrera, solo constaba de 73 desde Cenes y vuelta. Al parecer los de P.C. Muñoz habían llegado hasta Pradollano y se habían vuelto ya que nadie mas los vio.

Mientras, los más osados continuaban camino detrás de la barrera. Lejarreta y Escartín seguían delante al mismo ritmo y era casi imposible ir más lento de 6 o 7 km. sin caer en alguno de los bandazos ocasionales del viento. Cada vez hacía más frío, había grupos de peatones, bien abrigados, que suben por la carretera. El piso estaba fatal y Escartín no puede bajar de 6 km. con su 39x28, por lo que se despega unos 50 metros de Lejarreta. Aparentemente, la pendiente era inapreciable en las rectas, no así en las curvas, pero los dos iban clavados, lo que desanimaba bastante. El frío era tan intenso en el km. 44 que Escartín se detuvo a ponerse el chubasquero, con lo que Lejarreta volvió a unirse. Los dos seguían juntos sorteando baches y peatones hasta el km. 46,4, donde estaba la cumbre y se llevan la sorpresa de que son los primeros globeros en llegar. Se notaba la altura y el maúre: Lejarreta estaba algo mareado y tanto Escartín como Lejarreta veían unas manchitas grises inexistentes en sus piernas, brazos y bicicleta. Apenas 500 metros antes del final habían tenido que poner pie a tierra porque un grupo de peatones, que habían subido en un autobús de Murcia, ocupaba el poco espacio que había sin baches gordos, sin piedras y sin gravilla suelta. Los dos lo pasaron canutas para hacer esos últimos metros, Lejarreta tiene la suerte de que uno de los espontáneos, que le había hecho descabalgar, le dio el empujón de arranque. Por tanto, el estado de maduración fue el óptimo, a punto del despatarre, llegando a la cumbre en 4 horas y 22 minutos de bicicleta.

Mas atrás, Chozas había decidido, al llegar a la barrera, subir algo el ritmo y se marchó de Cipollini y Fuentes que marchaban entre 6 y 7 km. Poco más adelante Moller ya volvía, tampoco había podido resistir, 5 km. mas adelante se cruzan con Zábel, que también venía de vuelta, aludiendo que había nubes horribles y un par de kilómetros mas allá se encuentran con Escartín y Lejarreta, de vuelta, que confirman su éxito. ¿Y Chozas?. Como a 600m. de la cima encuentran a Eduardo un poco descolorido y diciendo que se vuelve, que le ha dado un mareo muy feo, que si la altura, etc.. El caracol de Cipollini, que sabe algo de esto, sacó unas golosinas de su bolsillo para que Chozas eligiera la deseada, los ojos de Chozas se iluminan como platos y no tiene duda en elegir, SE LAS COME TODAS, ¡menúo pajarón tenía!, invita a Fuentes y Cipollini a volver, pero Cipollini no se rinde y sigue con Fuente aunque en la última rampa, de unos 100 metros, Cipollini baja el ritmo hasta 3 km./h totalmente clavado. En la cima cogieron, Fuentes y Cipollini, las bicis y a pié, (la carretera se acababa allí) llegan hasta la misma cima y se realizan unas fotos mientras ven aparecer a Chozas que iba mal, pero iba. Se ve que las golosinas y el pundonor funcionan, BIEN POR CHOZAS. Fuentes y Cipollini tardaron 4,30h. a una media de 9.2kmh.

La bajada hasta la barrera es casi tan dura como la subida, pues se ha metido una fría bruma y todos tienen las manos medio congeladas. Hay que usar bastante los frenos, tanto por la pendiente, como por los baches y el piso suelto, era una bajada peligrosísima. Escartín se detiene casi cada km. porque "no siente las manos". En la barrera Lejarreta y Escartín se abocatan en uno de los chiringuitos saboreando unos vasos de chocolate caliente y unas rosquillas que los resucita. El resto de la bajada era una delicia, pues el sol iba desentumeciendo manos, pies y rodillas. Además, como el piso estaba en perfecto estado y era ancho, se bajaba pedaleando y casi sin tocar los frenos, alcanzando a veces los 62 km./h.

Cada uno, conforme fueron volviéndose, rezaron para que Asturiano estuviera no muy lejos del lugar esperado para poder recoger cascos y ropa de abrigo. Asturiano fue la clave en todo momento. Gracias.

Mas tarde, cansados, se reunieron en un asador de Cenes para celebrar eufóricos el gran maúre conseguido y al final todos vuelven a su ciudad con la impresión de haber subido mucho su autoestima como globeros.

Resumiendo lo que cada uno realizó, de un modo u otro:

  • Escartín, Lejarreta, Fuentes, Chozas y Cipollini coronaron. Están en su línea e hicieron la subida a su ritmo (alto por cierto), regulando, trabajando en grupo y sabiendo en todo momento donde estaban y lo que hacían.

  • Zábel y Moller renunciaron a falta de poco aunque el esfuerzo demostrado por Zábel tirando de su grupo durante bastante tiempo es digno de alabanza. A Moller quizás le perdió un poco su nervio y coraje.

  • Pacoshev curioseó 1,5 km. tras la barrera. Dio una de las sorpresas del día y según Asturiano le dio la mayor sorpresa de su vida en el ciclismo. Se ve que ha rodado mucho, ejemplo de regulación, elegancia subiendo, siempre con esfuerzo controlado, sin altibajos en marcha, control absoluto de la situación, difícilmente vulnerable al esfuerzo continuado y además con sus asombrosos 61 años.

  • Telecom, Piépoli y Er Dergao llegaron a la barrera y quizás regularon y se reservaron demasiado los tres, pero al fin y al cabo consiguieron mucho mas de lo que ellos esperaban. Telecom marchó solo prefiriendo marcar su propio ritmo. Er Dergao y Piépoli estuvieron todo el tiempo pendientes del pulsómetro y quizás podrían haber hecho algo mas de lo que hicieron. Piépoli demostró ser todo un diesel, no teniendo ni un solo momento de desfallecimiento.

  • Tonkov (con poco entrenamiento) y Bugno llegaron al albergue universitario. A Bugno se le notó atrancado, quizás se equivocó en la comida y medio se empajaró. Tonkov, todo un héroe, todo corazón, todo voluntad, tesón y superación es digno de admirar que con un armatoste de bicicleta (18 Kg.) haga todo lo que hace.

  • Güidi y Chaba, con poco entrenamiento ambos, consiguieron llegar a Pradollano. Muy encomiable la labor de Chaba ayudando a su compañero Güidi a superar las penurias, siempre pendiente de su acompañante, prefirió ayudar, sacrificando su espíritu guerrillero. Güidi, con dos piñones, rodador y esprinter, se enfrentó a una salida donde no hubo ni un llano, puede estar orgulloso porque realizó una gran proeza. A pesar de la crisis que tuvo en el Km. 10 asombró a todos con su esfuerzo, tesón y espíritu de sacrificio.

La mañana fue mejor de lo esperado y algunos esperan impacientes el momento de volverlo a repetir.

Estos son los globeros y así, mas o menos, sucedió

 


Manuel García Casado